sábado, 19 de abril de 2008

ROTHENBURG - Baviera -


Rothenburg, en Alemania, parece salida de un cuento. En la región de Baviera, Rothenburg ob der Tauber, su nombre completo, es "castillo rojo sobre el río Tauber" (según una posible traducción), se diferencia por sus murallas, sus torres y sus puertas de entrada. Así era en la Edad Media y así puede vérsela hoy.

La mejor forma de pasear por la ciudad es a pie (con un día completo alcanza). Para empezar, un buen comienzo es por Marktplatz, la plaza del Mercado (imagen de abajo a la derecha), donde se encuentran dos atracciones imperdibles.
La primera de ellas es el Ayuntamiento (izquierda), un edificio gótico en el que se destaca su torre del año 1250. Su estilo se vio enriquecido cuando tres siglos más tarde se levantó en el frente una magnífica construcción renacentista. El segundo atractivo de la plaza es la Taberna de los Concejales (a la derecha). Desde 1910, este edificio exhibe a los costados de su gran reloj dos ventanas que se abren para representar con muñecos una legendaria historia ocurrida en 1631. Durante la Guerra de los 30 años, el alcalde de Rothenburg salvó al pueblo de ser quemado por las tropas enemigas al cumplir con una consigna un tanto especial: beber tres litros y medio de vino de un solo trago. Aquella escena quedó inmortalizada en el frente de la Taberna, donde ahora funciona la oficina de Turismo.

A pocos metros de allí se encuentra Plönlein (imagen de abajo a la izquierda). Una pequeña plaza medieval que es el icono de Rothenburg y el escenario preferido de los visitantes para tomar fotos, o sea, nosotros. Desde aquí se obtiene una vista perfecta de las dos calles que confluyen en Plönlein dándole a la plaza su forma triangular.

La iglesia más importante es Saint Jakobkirche, perteneciente al protestantismo luterano (en la imagen superior, se ve a la izquierda). Su construcción comenzó a principios del siglo XIV y desde entonces fue remodelada en varias ocasiones, especialmente luego del intenso bombardeo de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, en verano, se celebran conciertos de órgano.

Otro lugar para visitar es el Museo del Crimen. Aquí se refleja la evolución de 1000 años del derecho europeo y los elementos utilizados para castigar a quienes desafiaban las leyes medievales.

Rothenburg tiene estrechas calles empedradas, hermosas casas, fuentes, torres y murallas que crean esa atmósfera de ciudad medieval. La visitan unos 2,5 millones de turistas cada año, principalmente japoneses y americanos, y es el único lugar del mundo donde es Navidad todo el año. Hay muchas tiendas donde comprar todo tipo de adornos y dulces para pasar una buena Navidad, sea cual sea la época del año en la que nos encontremos.

Hay que ver las murallas de la ciudad del siglo XIII que se conservan intactas, incluidas las torres defensivas que se pueden recorrer en su totalidad. Varias iglesias y museos, y el Ayuntamiento con una torre blanca de 60 metros de altura del siglo XIV, a la que me subí para disfrutar la vista sobre la población y sus casas típicas, entre las que es muy agradable y tranquilo pasear... Imperdibles las facturas de Brot & Beít.

1 comentario:

PabloT dijo...

Muchas gracias por la infomación. Mañana voy a acercarme a ver esta ciudad!

Saludos.

Pablo desde Stuttgart.